Paulo César de Oliveira, experto en arbitraje, compartió su análisis sobre las jugadas más controvertidas que ocurrieron durante los partidos correspondientes a la tercera ronda de la Copa de Brasil, celebrados el martes pasado, 20 de mayo. Uno de los encuentros más comentados fue el triunfo de São Paulo sobre Náutico, con un marcador de 2 a 1, partido que terminó con dos expulsiones. Por otro lado, el empate sin goles entre Grêmio y CSA también generó debate, principalmente por la anulación de un gol a favor del equipo de Porto Alegre.
Durante su evaluación, PC Oliveira coincidió con la decisión arbitral en una sola de las situaciones analizadas. Se trata de la tarjeta roja mostrada a Ferraresi, defensor del São Paulo. Según el especialista, la entrada que realizó el jugador contra Igor Fernandes, del Náutico, fue peligrosa y merecía la expulsión directa. Describió la acción como una barrida temeraria, con alto riesgo de causar lesión.
En contraposición, el exárbitro no estuvo de acuerdo con la expulsión de Marquinhos, del equipo de Recife, ni con la anulación del gol del Grêmio frente al CSA. En su opinión, la falta cometida por Marquinhos sobre Cédric merecía únicamente una tarjeta amarilla, al no tratarse de uma acción malintencionada.
Con el juego reducido a diez jugadores por bando, el São Paulo logró imponerse a su rival y avanzar a los octavos de final del torneo. En cambio, el tanto invalidado en el partido de Grêmio fue determinante para la eliminación del conjunto gaúcho de la competencia.
Sobre la expulsión de Marquinhos
De acuerdo con las palabras de Oliveira, hubo contacto entre Marquinhos y Cédric. El jugador del Náutico pisó el pie del contrario, sin embargo, para él, fue una jugada en la que ambos iban en disputa del balón. Añadió que el movimiento de Cédric, al deslizar su pie por encima de la pelota, provocó que su pierna quedara justo en la trayectoria de Marquinhos. Según su análisis, el VAR no debería centrarse únicamente en una imagen congelada, sino considerar todo el contexto de la acción. Si se observa solo un fotograma, podría parecer que el pisotón fue intencional, pero él consideró que fue una jugada natural, sin mala intención. A lo sumo, dijo, merecía una tarjeta amarilla.
Sobre la expulsión de Ferraresi
En este caso, PC Oliveira consideró que la expulsión fue acertada. Según su explicación, Ferraresi entró con ambas piernas en el aire y con demasiada fuerza, lo cual implicaba un claro riesgo de lesión para el rival. Destacó que en este tipo de entradas, el jugador casi no tiene control sobre el contacto físico que puede generar. Para él, la velocidad y la intensidad de la jugada justifican plenamente la intervención del VAR y la decisión final del árbitro.
Sobre el gol anulado al Grêmio
Respecto a este episodio, el especialista afirmó que Kannemann estaba enfocado en el balón durante toda la acción. Indicó que, en situaciones como esa, es fundamental analizar los movimientos de todos los jugadores involucrados. Señaló que el defensor argentino fue empujado por Silas, lo que provocó un choque con Igor Bahia. Además, agregó que Igor dio un paso hacia atrás en el momento de la jugada, lo cual complicó aún más la situación. Para Oliveira, ese tipo de movimiento dentro del área es parte del juego normal, y enfatizó que Kannemann no buscó el contacto de manera intencional. Concluyó que, si la situación se hubiera invertido, tampoco habría sido penal.
