El gobernador del estado de São Paulo, Tarcísio de Freitas, presentó este martes 20 de mayo el programa “SuperAção”, una nueva iniciativa orientada a combatir la pobreza. La propuesta fue analizada por los comentaristas Caio Coppolla y José Eduardo Cardozo durante el espacio O Grande Debate, transmitido de lunes a viernes por la noche.
Durante la discusión, se planteó si esta iniciativa de Tarcísio podría interpretarse como un intento de construir una identidad social propia, de manera similar a la que los gobiernos liderados por Luiz Inácio Lula da Silva lograron a través del reconocido programa Bolsa Família.
Caio Coppolla consideró inadecuada cualquier comparación entre ambos proyectos. En su análisis, argumentó que es incorrecto atribuir exclusivamente al gobierno de Lula la paternidad o el impacto del Bolsa Família. Según él, durante la gestión de Jair Bolsonaro, el programa fue ampliado significativamente, con un aumento de más del 50% en el número de hogares beneficiados. Además, señaló que fue precisamente bajo esa administración cuando el programa fue incorporado formalmente a la Constitución Federal, otorgándole un respaldo jurídico de mayor solidez.
Por su parte, José Eduardo Cardozo adoptó una postura más cautelosa y afirmó que aún es demasiado pronto para establecer comparaciones claras entre el programa “SuperAção” y el Bolsa Família. En su intervención, remarcó que, desde un punto de vista ideológico, la izquierda ha sido históricamente la principal defensora de políticas públicas orientadas a la redistribución de ingresos y a la creación de redes de protección social.
Cardozo argumentó que, por definición, el neoliberalismo —corriente económica con la que se identifica gran parte de la derecha moderna— no suele respaldar programas sociales amplios y estructurales. Según él, cuando estos sectores impulsan acciones en esa línea, lo hacen más con fines estéticos o de imagen, como una forma de aparentar compromiso con la justicia social sin modificar de fondo la estructura de distribución del ingreso. En su opinión, lo que se promueve en esos casos es un asistencialismo superficial, que no responde a una lógica real de equidad o inclusión.
El debate, así, giró en torno a si el nuevo programa lanzado por el gobierno paulista representa un cambio de enfoque dentro de un espectro político tradicionalmente reacio a políticas sociales más amplias, o si se trata simplemente de una estrategia para capitalizar políticamente un terreno históricamente ocupado por la izquierda.