El presidente Luiz Inácio Lula da Silva aseguró que su gobierno mantiene un compromiso con la responsabilidad fiscal y, por ahora, no contempla la adopción de nuevas medidas para controlar el déficit público. En una entrevista con periodistas en el Palacio del Planalto, Lula dejó claro que no tiene intención de implementar políticas que solo respondan a los intereses de un pequeño grupo, sino que su enfoque está en lo que realmente beneficia a la mayoría de la población.

En medio de críticas sobre el equilibrio fiscal de las cuentas públicas, el presidente enfatizó que no existe ninguna otra medida fiscal prevista en este momento. No obstante, aclaró que si durante el año se presenta la necesidad de tomar alguna acción, se discutirá en conjunto con su equipo económico. Reiteró que, mientras él esté al mando, no habrá nuevas medidas fiscales que afecten a la población.

Lula subrayó que la responsabilidad fiscal es un aspecto importante para su administración, pero enfatizó que no sacrificará al pueblo para favorecer a unos pocos intereses. Considera que la estabilidad fiscal debe ser una ventaja para la ciudadanía y no un motivo para imponer sacrificios injustificados.

Además, el presidente mencionó que, si no hubiera sido por la tragedia ocurrida en Rio Grande do Sul — donde las fuertes lluvias de mayo provocaron 183 fallecimientos y dejaron 27 personas desaparecidas según la última actualización de la Defensa Civil local — el país habría logrado un superávit en sus cuentas públicas. Destacó que esta catástrofe tuvo un impacto significativo en las finanzas del país y que, de no haber sucedido, Brasil podría haber registrado un superávit por primera vez en muchas décadas.